Ahora le ha tocado el turno a Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, que según Mandado no era una persona sino un linaje catalán que pasaba de padres a hijos. Así lo ha escrito en "El Cid de València era català". La curiosa tesis de Mandado es que "el linaje del Cid comenzó con los condes de Urgel (La Seu d´Urgell) y continuó con los de Cabrera, en Gerona". La sorprendente noticia aparece en el Diari de Girona, donde Albert Soler entrevista a Mandado con notorias dosis de ironía: El quid del descubrimiento de Mandado, es que "El Cantar de Mio Cid no tiene ninguna métrica ni rima, parece escrito porque sí. En cambio, he traducido fragmentos al catalán y salen versos exactamente de diez sílabas con acento en la sexta. Es la métrica que se utilizaba en todos los cantares que se hacían en Narbona". "Fue escrito en catalán", concluye sin atisbo de duda.
Luciérnaga.
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